Tienes dudas a la hora de elegir un buen aceite de oliva, en este post te damos cinco claves para saber si es un buen aceite de oliva virgen extra
La amplia oferta de aceites de oliva que puede llegar a confundirnos. Si tienes dudas a la hora de elegir un buen aceite de oliva virgen extra, aquí te explicamos cinco claves, donde te hablaremos de los apellidos del aceite, su caducidad, y en que elementos debemos observar cuando vemos la etiqueta de una botella de aceite de oliva virgen extra.

1. Siempre Aceite de Oliva Virgen Extra
Lo primero en lo que debes fijarte es que aparezcan el aceite con sus apellidos Virgen Extra (AOVE), es decir, un zumo de aceituna en el que no se ha utilizado ningún tipo de conservantes ni colorantes. Y lo más importante, es un aceite sin defectos, no tiene un sabor avinado, ni agrio, rancio, etc.
También, nos fijaremos que en vez de poner “aceite de primera prensada” aparezca “aceite de primera extracción en frío”. El primero se elaboraba mediante una molienda tradicional que afectaba gravemente a la oxidación y los aromas. Actualmente, la forma de producción mas extendida es mediante la mecanización que evita que el proceso de extracción del aceite afecte a su calidad.
2. Aceite del año
Cuando compramos aceite de oliva virgen extra, este siempre tenemos que fijarnos que se haya producido dentro del año, es decir menos de doce meses desde que se ha cogido la aceituna, hasta que lo consumimos. Pues pese a que el aceite no tiene fecha de caducidad, si tiene una fecha de consumo preferente, pues este irá perdiendo sus cualidades positivas. No guardes tus AOVES para momentos especiales, haz tus días especiales con virgen extra.
3. Fecha de producción
Un dato muy importante en el que debemos fijarnos es en la fecha de producción, pues esta afecta significativamente en la calidad de nuestros aceites. A excepción de algunas variedades más tardías, como la Changlot Real o más tempranas como Villalonga, el aceite de mayor calidad es aquel producido a mediados de octubre con frutos muy frescos y verdes. Este irá perdiendo frescura conforme a medida que se retrase la recogida del fruto. Un aceite entre mediados de octubre y noviembre, es producido por aceitunas de vuelo, es decir, recogidas del árbol de cosecha temprana o en su punto óptimo de maduración.
4. Si pica, o te hace toser, es buena señal
El picor y amargor es algo propio del fruto de la aceituna, este nos dirá la cantidad de polifenoles que contiene. Los polifenoles son antioxidantes naturales, que nos ayudan frente al envejecimiento, las enfermedades cardiovasculares, tiene propiedades antiinflamatorias, previenen la diabetes y un largo, etcétera.
Por lo que si pica, es bueno para tu salud.
La intensidad del picor o amargor, dependerá del grado de maduración de la aceituna, la variedad y la forma de extracción.
5. El color no es un indicador de calidad, pero sí su aroma y sabor
Cuando los expertos se enfrentan a un panel de cata, utilizan vasos específicos que anulan el color del aceite, esto es debido a que lo importante son los aromas en nariz y su sensación en boca. De este modo, si un aceite huele y sabe a fruta, a campo y naturaleza estamos ante un buen virgen extra, si por el contrario nos huele a conserva, bodega o incluso a almazara es sinónimo de un aceite defectuoso.

Add Comment